EL ESPIRÍTU ES UNA COSA QUE DURA
2015
El Espíritu es una cosa que dura, fue la búsqueda de formas, expresiones materiales, situaciones, imágenes, preguntas y sensaciones en torno a la insistencia de generar lazos y rutinas en una ciudad desconocida, con un compañero desconocido.
El proyecto fue realizado durante una residencia en Galeria La Mutante (Bucaramanga, Colombia) y consistió en desarrollar una rutina de conversaciones y encuentros con un vecino, Jorge, que se convirtieron en una serie de alegres casualidades, lecciones y lesiones alrededor de una esposa enferma, una mujer ansiosa, una estudiante hermana de narcotraficantes y un familiar en común secuestrado por las FARC, todo en un jardín.
De los encuentros surgió una instalación compuesta por un video, fotografías instantáneas, imágenes de películas, dibujos, y fotocopias con apuntes de libros.
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